A unos 460 años luz de distancia en la constelación de
Centauro, un grueso disco de polvo se arremolinaba alrededor de una estrella
joven llamada TYC 8241 2652 1, en donde planetas rocosos como el nuestro fueron
surgiendo. Luego, en menos de 2 años, el disco sólo desapareció. Esa es la
observación sin precedentes según el informe de los astrónomos en un nuevo
estudio. Algo aún más intrigante es que lo mismo puede haber sucedido en
nuestro propio sistema solar.
Nacido cerca de 10 millones de años atrás, el TYC 8241 2652 1
es un sistema que se desarrollaba muy bien antes de 2009. Su llamado disco circumstellar
brillaba en la longitud de onda infrarroja de 10 micrones, lo que indica que
estaba caliente y estaba cerca de una estrella de la misma forma en la que estábamos
nosotros y que dio lugar a la tierra y los planetas Mercurio, Venus y Marte.
Los datos infrarrojos muestran que el polvo estaba a unos 180 °C y estaba situado
más cerca de su estrella que Mercurio del sol.
En enero de 2010, sin embargo, casi toda la luz infrarroja
del disco de polvo se había desvanecido. "Nunca habíamos visto nada como
esto antes", dice el astrónomo Carl Melis de la Universidad de California
en San Diego. "Todos estábamos rascandonos la cabeza y preguntándonos qué
demonios fue lo que hicimos mal?" Sin embargo, observaciones posteriores
con dos satélites infrarrojos y los telescopios terrestres confirmaron el
sorprendente descubrimiento, "El disco se había ido."
Melis y sus colegas informaron del misterio hoy en Nature,
pero no saben qué lo causó. "Es muy extraño", indico. "Nada como
esto había pasado nunca." Él dice que no hay forma de que algo le pasara frente
al disco para eclipsar el infrarrojo que emite por más de 2 años, porque tal
objeto sería inmenso. Por otra parte, la propia estrella no se desvaneció.
Melis especula que una colisión entre dos objetos antes tal
vez dos asteroides, o incluso dos planetas que orbitaban la estrella produjo
los granos de polvo. Entonces, o la luz de la estrella sopló el polvo fuera del
sistema planetario o el polvo se hundió en la estrella.
"Es un misterio muy interesante", dice el
astrónomo Scott Kenyon del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics en
Cambridge, Massachusetts, que no estaba afiliado con el equipo del
descubrimiento. "Las observaciones desde luego me parecen correctas. Es increíble
tener el polvo en uno de estos discos que desaparecen con tanta rapidez. Es
difícil saber exactamente lo que sucedió."
"Esta es una idea totalmente nueva en los procesos
violentos como los que formaron la Luna y que deben estar pasando en los
planetas que se están formando y evolucionando por primera vez en sistemas
planetarios", añade el astrónomo George Rieke de la Universidad de Arizona
en Tucson. Rieke dice que el descubrimiento muestra lo que sucede después de
que miembros de un naciente sistema planetario chocan. Su equipo ha descubierto
recientemente un leve oscurecimiento de infrarrojos de dos estrellas un poco
mayores, lo que indica que eventos similares pueden estar ocurriendo allí.
El descubrimiento podría ofrecer pistas sobre la violencia
que rodeó la formación de la Tierra. En particular, la Tierra es el único
planeta conocido rocoso, con una luna grande, cuyas mareas pueden haber
contribuido a hacer avanzar la vida empujándola desde el mar a la tierra, pero
nadie sabe cuántos satélites parecidos a la nuestra luna tienen los grandes planetas.
La luna se produjo cuando un objeto del tamaño de Marte golpeó a nuestro
planeta, un choque que, presumiblemente, arrojó grandes cantidades de polvo
hacia el espacio. Las nuevas observaciones sugieren que este polvo podría haber
desaparecido rápidamente.
Sin embargo, con un solo caso de desaparición de polvo
visto, Melis no sabe qué tan común es el fenómeno. Así que su equipo tiene
planes para monitorear no sólo la estrella, sino también otras como ella.
"Tenemos que esperar y ver si alguna vez ocurre de nuevo".
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