El 1 de mayo de 1852 en Petilla de Aragón, Navarra, nacía
quien se iba a convertir un gran científico Santiago Ramón y Cajal. Su padre
era Medico y por cuestiones de su trabajo se tuvo que mudar más de una vez y
claro muchos cambios de escuela paso Santiago, tal vez ese montón de cambios en
su juventud hizo que en ese momento Santiago fuera un mal estudiante.
Además de que era un mal estudiante era un joven muy rebelde
con un carácter fuerte pero leal a sus convicciones, aunque el siempre estaba
en peleas con otros niños de su edad así que muy seguido el estaba bajo
castigos y latigazos… pero gracias a su carácter y fortaleza siempre sin
importar la situación el salía reforzado, como una mejor persona.
El como muchos grandes genios odiaba aprender las cosas de
memoria, siempre se esforzó en analizar y comprender el mundo a su alrededor,
esto le trajo problemas en sus escuelas como era de esperarse, mas aun por que
el casi siempre estuvo en escuelas de curas, donde continuamente era reprendido,
aunque era mal estudiante en muchas asignaturas llego a sobresalir en el
dibujo.
Santiago pasaba una parte de su infancia concentrado en el
dibujo y la pintura, esto no tenía muy contento a su padre (que era un hombre
pragmatico), pues en esos tiempos como hoy se consideraba al arte como una
pérdida de tiempo, como algo inferior, por ello intento disuadirle de esta
actividad.
Una vez estando en el colegio fue castigado siendo encerrado
en una especie de calabozo al que todos sus compañeros le tenían mucho miedo,
pero el al contrario lo tomo como un lugar de descanso, meditación y claro un
lugar donde podría maquilar nuevas fechorías y hazañas. Conforme fue creciendo
fue transformando esta rebeldía en persistencia y tenacidad.
Cuando tenía 21 años era un chico que presumía su fuerza
física pues era atlético y muy fuerte, algo que hacia comúnmente era jugar a
las vencidas (pulsos) con sus amigos, donde siempre ganaba, aunque una vez
perdió, esta derrota le hizo prometerse que nunca perdería de nuevo así que se
inscribió a un gimnasio en Zaragosa donde comenzó a practicar el culturismo al
que le dedico un gran esfuerzo y llego a ser uno de los mejores culturistas de Aragón,
el le daba clases de anatomía al dueño del gimnasio como pago.
El entro a la universidad Zaragosa estudiando Medicina igual
que su padre, Cajal se centró en sus estudios universitarios con éxito y, se
licencio en medicina en junio de 1873 con muy buenas calificaciones.
Trasterminar su carrera fue llamado a filas en los cuarteles de Lérida para ir
al frente con la misión de defender Llanos de Urgel de los ataques de los
carlistas.
Durante esa época, Cuba, aún provincia española, libraba una
guerra por su independencia, conocida como Guerra de los Diez Años. En 1874
Santiago es elegido por sorteo para un puesto en la sanidad del ejército,
español marcha a Cuba con grado de capitán. Su padre movió algunos contactos y
logro conseguirle un muy buen destino en Cuba, pero la tozudez de Santiago sale
a flote y el rechaza este favor, esto indigna a quienes habían abogado por el
para al final mandarlo al peor destino, la enfermería de Vistahermosa en el centro
de la provincia de Camagüey. Esta labor, en medio de la manigua pantanosa, con
soldados enfermos a rebosar de paludismo y disentería, llevó a Cajal al
agotamiento físico y a padecer las mismas enfermedades que sus soldados. Cajal
sintió la enfermedad en carne propia y, tras una primera convalecencia en
Puerto Príncipe, acabó recalando en la enfermería de San Isidro, aún más
insalubre que la de Vistahermosa. Fue trasladado de un lugar a otro, hasta que
finalmente en 1875 es declarado inútil en campaña y se le diagnostica paludismo
grave, el sistema militar estaba lleno de corrupción por lo que se ve obligado
a sobornar a un funcionario para poder recibir la mitad de sus sueldos
atrasados y poder regresar con algo de dinero.
El regreso a España y
los cuidados que le propinaron su madre y sus hermanas devolvieron a Cajal
progresivamente la salud. El año 1875 marcó también el inicio del doctorado de
Cajal y de su vocación científica. Se doctoró en junio de 1877, a la edad de 25
años. Él mismo se costeó su primer microscopio con sus ahorros, y así empieza a
investigar, en 1876, una plaza de ayudante de guardias; llevaba también los
enfermos privados de cirugía de su padre, en el Hospital Nuestra Señora de
Gracia de Zaragoza. Allí comenzó para Cajal una época de altibajos, con un 1878
terrible, marcado por la enfermedad de la tuberculosis, y un 1879 exitoso, con
la obtención de la plaza de Director de Museos Anatómicos de Zaragoza y su boda
con Silveria Fañanás García el 19 de julio, con quien tendría siete hijos.
Ganó la cátedra de anatomía descriptiva de la Facultad de
Medicina de Valencia en 1883, donde pudo estudiar la epidemia de cólera que
azotó la ciudad el año 1885. En 1887 se trasladó a Barcelona para ocupar la
cátedra de histología creada en la Facultad de Medicina de la Universidad de
Barcelona. Fue en 1888, definido por el propio Cajal como su "año
cumbre", cuando descubrió los mecanismos que gobiernan la morfología y los
procesos conectivos de las células nerviosas de la materia gris del sistema
nervioso cerebroespinal, un hallazgo que literalmente cambio el mundo y que aun
hoy es valido.
Su teoría fue aceptada en 1889 en el Congreso de la Sociedad
Anatómica Alemana, celebrado en Berlín. Su esquema estructural del sistema
nervioso como un aglomerado de unidades independientes y definidas pasó a
conocerse con el nombre de “Doctrina de la neurona”, y en ella destaca la ley
de la polarización dinámica, modelo capaz de explicar la transmisión
unidireccional del impulso nervioso.
En 1892 ocupó la cátedra de Histología e Histoquímica Normal
y Anatomía Patológica de la Universidad Central de Madrid. Logró que el
gobierno creara en 1902 un moderno Laboratorio de Investigaciones Biológicas,
en el que trabajó hasta 1922 cuando tenía 70 años, momento en el que pasa a
prolongar su labor en el Instituto Cajal donde se convierte en profesor, en
donde mantendría su labor científica hasta su muerte con 82 años.
Tras su regreso, le siguieron otros tantos triunfos e
invitaciones, desde la Medalla Helmholtz (1905) hasta el Premio Nacional de
Moscú (1900), pasando por los nombramientos de doctor honoris causa de las
universidades de Clark, Boston, la Sorbona y Cambridge en 1899, el mismo año en
el que publicó el tercer fascículo de su Textura del sistema nervioso del
hombre y los vertebrados, que se completaría en 1900 y 1901. A partir de esta
fecha, el gobierno español crearía también para él el Laboratorio de
Investigaciones Biológicas, Finalmente, en 1906, con la concesión del Premio
Nobel en Fisiología o Medicina.
Antes de morir el pidió que todos sus alumnos estuvieran
presentes durante su entierro, pues tenía un gran cariño hacia sus alumnos a
quienes siempre vio como el futuro.
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